El uso y mantenimiento adecuado de los extintores es una parte fundamental del plan de autoprotección de cualquier empresa. En 2025, las empresas en España están obligadas a renovar sus extintores conforme a lo establecido por el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI), aprobado por el Real Decreto 513/2017. Esta normativa especifica los criterios técnicos y las revisiones periódicas que deben cumplirse para asegurar que los equipos de protección contra incendios estén siempre operativos y eficaces.
La renovación de extintores no solo es una exigencia legal, sino una medida clave de seguridad laboral. Ignorarla puede poner en riesgo vidas, instalaciones y generar sanciones económicas importantes.
Periodicidad y caducidad de los extintores
Vida útil de un extintor
En términos generales, un extintor tiene una vida útil de 20 años desde su fecha de fabricación, según el RIPCI. No obstante, debe someterse a controles técnicos durante ese periodo para asegurar su correcto funcionamiento. La fecha de fabricación está indicada en la etiqueta o grabada en el cuerpo del extintor.
Revisiones y pruebas obligatorias
- Revisiones trimestrales o semestrales: según el tipo de extintor y el nivel de riesgo del establecimiento.
- Mantenimiento anual: realizado por empresa autorizada.
- Retimbrado obligatorio cada 5 años: es una prueba hidráulica para verificar la resistencia del envase y su estanqueidad.
Sustitución obligatoria
Aunque un extintor no haya alcanzado los 20 años de antigüedad, debe ser sustituido si presenta daños visibles, fallos en las revisiones o si ha sido utilizado. Además, si durante el retimbrado se detectan defectos, el extintor debe ser dado de baja.
Factores que influyen en la caducidad
Condiciones ambientales
La exposición continua a temperaturas extremas, humedad, salinidad (como en zonas costeras) o agentes químicos puede deteriorar los materiales del extintor y reducir su vida útil.
Mantenimiento deficiente
La falta de revisiones periódicas o una conservación incorrecta puede afectar negativamente al rendimiento del extintor. La acumulación de polvo, golpes o corrosión visible son signos claros de deterioro.
Manipulaciones o usos indebidos
Si el extintor ha sido manipulado, desprecintado o utilizado, debe revisarse inmediatamente. En caso de uso parcial, es obligatorio su recarga, y en algunos casos, su sustitución.
Riesgos de usar extintores caducados
Ineficacia ante emergencias
Un extintor caducado puede no descargar correctamente, tener presión insuficiente o estar bloqueado. En una situación crítica, esto puede impedir la extinción del fuego en su fase inicial, provocando daños mayores.
Riesgo para el usuario
El uso de un extintor en mal estado puede generar accidentes, como explosiones del envase por debilidad estructural, fugas de agentes químicos o proyección incontrolada.
Incumplimiento normativo
Las inspecciones de seguridad realizadas por organismos competentes pueden detectar extintores fuera de normativa. Esto supone una infracción grave y conlleva sanciones.
Sanciones por no renovar los extintores
Tipificación de las infracciones
Según la Ley 21/1992 de Industria y su desarrollo reglamentario, mantener equipos contra incendios fuera de las condiciones técnicas exigidas constituye una infracción administrativa. Dependiendo de su gravedad, puede ser:
- Leve: multas de hasta 3.000 euros.
- Grave: multas entre 3.001 y 90.000 euros.
- Muy grave: hasta 600.000 euros, si se pone en peligro la seguridad pública.
Responsabilidad legal del empresario
El titular de la actividad es el responsable último del cumplimiento de las medidas de protección contra incendios. No vale alegar desconocimiento o delegación sin control.
Otras consecuencias
La presencia de extintores caducados puede afectar negativamente a los seguros de responsabilidad civil o daños materiales. Algunas compañías pueden negarse a cubrir siniestros si se demuestra que no se cumplía con la normativa.
Recomendaciones para garantizar la seguridad
Llevar un registro de mantenimiento
Contar con un libro de revisiones actualizado y bien documentado es esencial. Las empresas mantenedoras deben entregar informes tras cada intervención.
Contratar empresas acreditadas
Solo las empresas autorizadas por la Dirección General de Industria pueden realizar retimbrados, recargas y revisiones obligatorias. Esto garantiza que se siguen los protocolos adecuados.
Incorporar nuevas tecnologías
Hoy en día existen sistemas digitales de gestión de mantenimiento que notifican automáticamente los plazos de revisión o sustitución. Integrar estas herramientas reduce el margen de error.
Sensibilización del personal
Formar a los trabajadores sobre la ubicación y el uso correcto de los extintores, así como fomentar la detección de posibles fallos visibles, es una parte esencial de la seguridad en el entorno laboral.
Revisar el plan de autoprotección
El plan de autoprotección debe estar actualizado e incluir los calendarios de mantenimiento, las responsabilidades asignadas y los protocolos de actuación ante emergencias.
En resumen, renovar los extintores de una empresa no es solo una cuestión legal, sino una acción crucial para garantizar la seguridad de las personas, las instalaciones y el cumplimiento normativo. En 2025, las empresas deben ser proactivas, organizadas y rigurosas en esta tarea para evitar sanciones y riesgos innecesarios.
¿Cómo asegurar el cumplimiento normativo?
Para evitar sanciones y garantizar la seguridad, las empresas deben realizar inspecciones periódicas de su sistema de extinción. Es recomendable contratar servicios especializados que se encarguen del mantenimiento, recarga, revisión y sustitución de extintores de forma profesional y conforme a la normativa vigente. En este sentido, empresas como Rimegra Extinción ofrecen soluciones adaptadas a todo tipo de instalaciones, ayudando a las organizaciones a cumplir con los requisitos legales y a mantener su entorno laboral protegido frente a incendios.