La seguridad contra incendios es un pilar fundamental en cualquier edificación, ya sea industrial, comercial o residencial. Para garantizar su correcto funcionamiento y cumplimiento normativo, las auditorías técnicas son una herramienta esencial. Pero ¿en qué consisten exactamente? ¿qué revisa una empresa homologada de protección contra incendios y qué hacer si se detectan deficiencias?
¿Qué es una auditoría técnica de protección contra incendios?
Definición y finalidad
Una auditoría técnica de protección contra incendios es un proceso sistemático mediante el cual una empresa homologada evalúa el estado y la adecuación de todas las medidas de protección activa y pasiva instaladas en un inmueble. Su objetivo principal es verificar que se cumplen las exigencias establecidas en el Código Técnico de la Edificación (CTE), el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI) y demás normativa aplicable.
Quién debe realizarla
Estas auditorías deben ser llevadas a cabo por empresas instaladoras y mantenedoras habilitadas e inscritas en el registro correspondiente, que cuenten con técnicos cualificados y medios adecuados para emitir un informe detallado y veraz.
Resultados esperados
El resultado de la auditoría es un diagnóstico claro del estado de la protección contra incendios del edificio, destacando tanto los puntos fuertes como las posibles desviaciones respecto a la normativa. Además, se obtienen recomendaciones específicas para corregir deficiencias.
¿Qué revisa una empresa homologada en una auditoría técnica?
Inspección de sistemas de protección activa
Las empresas homologadas verifican todos los sistemas destinados a la detección y extinción del fuego:
- Extintores portátiles y sistemas fijos: Se comprueba su correcta ubicación, carga, presión, señalización y accesibilidad.
- Bocas de incendio equipadas (BIEs): Revisión de mangueras, válvulas, boquillas y manómetros.
- Rociadores automáticos: Se verifica el estado de las cabezas, la presión del sistema y la ausencia de obstrucciones.
- Detectores y centrales: Funcionamiento de detectores de humo, calor o llama, así como de las centrales de alarma y sus protocolos de prueba.
- Sistemas de control de humos y ventilación: Se revisan compuertas, extractores y su activación automática.
Evaluación de medidas pasivas
Las auditorías también analizan la protección pasiva, fundamental para frenar la propagación del fuego:
- Sectorización y compartimentación: Se revisa la integridad de muros y forjados resistentes al fuego, sellados de pasos de instalaciones y puertas cortafuegos.
- Revestimientos y materiales: Se evalúa la reacción al fuego de los materiales de acabados, falsos techos y aislamientos.
- Escaleras y salidas de evacuación: Se verifica que estén libres de obstáculos y señalizadas conforme a norma.
Documentación y mantenimiento legal
No menos importante, una empresa homologada comprueba la existencia y actualización de la documentación obligatoria:
- Certificados de instalación y mantenimiento.
- Registros de revisiones periódicas.
- Planes de emergencia y evacuación.
- Formación del personal en el uso de medios contra incendios.
¿Qué hacer tras la auditoría?
Gestión de desviaciones y no conformidades
Si el informe detecta deficiencias, se emite un plan de acción para corregirlas dentro de un plazo razonable. Es responsabilidad del titular del inmueble o del empresario adoptar las medidas correctoras recomendadas. Esto puede incluir desde la sustitución de equipos hasta el refuerzo de compartimentaciones.
Prevención de sanciones y riesgos
No subsanar las desviaciones detectadas puede implicar sanciones administrativas según la Ley de Seguridad Industrial, además de poner en grave riesgo a personas y bienes. Además, en caso de siniestro, la aseguradora podría limitar o denegar indemnizaciones si se demuestra que no existía un mantenimiento adecuado.
Ventajas de una auditoría técnica periódica
Más allá de la obligación legal, las auditorías técnicas periódicas permiten detectar anomalías antes de que se conviertan en fallos críticos. Garantizan así la continuidad del negocio, la seguridad de empleados y visitantes y el cumplimiento con requisitos exigidos por inspecciones de bomberos o certificaciones ISO.
Recomendaciones para un correcto mantenimiento
Programas de mantenimiento preventivo
Establecer contratos con empresas mantenedoras homologadas que realicen revisiones trimestrales, semestrales y anuales según el RIPCI garantiza un perfecto estado de todos los sistemas.
Simulacros y formación del personal
Organizar simulacros periódicos y formar a los trabajadores en primeros auxilios y uso de extintores refuerza la eficacia global del sistema de protección.
Actualización ante reformas o cambios de actividad
Si se realizan obras o se cambia el uso del inmueble (por ejemplo, de oficinas a almacenamiento), debe reevaluarse toda la protección contra incendios para adaptarla a la nueva situación.
Conclusión
Una auditoría técnica realizada por una empresa homologada de protección contra incendios no solo cumple con la normativa española y europea, sino que es una herramienta clave para proteger la vida, la actividad económica y el patrimonio. Aporta tranquilidad, garantiza la operatividad del negocio y reduce costes futuros al anticipar problemas. Por ello, es fundamental confiar en profesionales cualificados, como el equipo de Rimegra Extinción, que puedan detectar y corregir cualquier desviación antes de que se convierta en un riesgo real.