Extinción de fuego clase B

Extinción de fuego clase B

Los incendios de clase B representan un desafío particular en la seguridad contra incendios debido a la naturaleza de los materiales combustibles involucrados. Este tipo de fuego afecta líquidos inflamables y sustancias combustibles que no dejan residuos sólidos tras su combustión, lo que requiere estrategias de extinción especializadas. En este artículo, analizaremos en detalle qué es un fuego de clase B, su clasificación según la normativa vigente, las principales variables a considerar y los métodos más eficaces para su extinción.

¿Qué es un fuego clase B?

Definición y clasificación

Los incendios de clase B involucran la combustión de líquidos inflamables y sustancias combustibles como:

  • Hidrocarburos (gasolina, diésel, queroseno, aceites lubricantes).
  • Alcoholes y solventes (etanol, metanol, acetona, tolueno).
  • Gases licuados inflamables (propano, butano).
  • Plásticos y resinas líquidas que pueden comportarse como líquidos combustibles.

Normativa aplicable

En España y Europa, la clasificación de los incendios sigue la normativa establecida en la UNE-EN 2:1994, que define las clases de fuego:

  • Clase A: Materiales sólidos combustibles (madera, papel, tejidos, etc.).
  • Clase B: Líquidos inflamables y combustibles.
  • Clase C: Gases inflamables.
  • Clase D: Metales combustibles.
  • Clase F: Aceites y grasas de cocina.

Principales variables para tener en cuenta en los incendios de clase B

1. Volatilidad del combustible

Los líquidos inflamables presentan un punto de inflamación bajo, lo que significa que pueden generar vapores inflamables a temperaturas ambiente. La facilidad con la que estos vapores se mezclan con el oxígeno aumenta el riesgo de ignición y propagación rápida del fuego.

2. Densidad y solubilidad en agua

Algunos líquidos inflamables, como los hidrocarburos, son insolubles en agua, lo que impide que el agua sea un agente de extinción eficaz. Otros, como los alcoholes, sí son solubles en agua, lo que influye en la estrategia de extinción.

3. Punto de inflamación y temperatura de autoignición

  • Punto de inflamación: Temperatura mínima a la que un líquido produce vapores suficientes para encenderse.
  • Temperatura de autoignición: Temperatura a la que un líquido inflamable se enciende sin necesidad de una fuente externa de ignición.

4. Presión de vapor

Los líquidos inflamables con alta presión de vapor generan más vapores inflamables, aumentando la facilidad de combustión. Esto es especialmente crítico en espacios confinados donde los vapores pueden acumularse.

5. Influencia del viento y la ventilación

Las corrientes de aire pueden acelerar la propagación de un incendio clase B al dispersar los vapores inflamables. Una ventilación inadecuada en espacios cerrados puede generar atmósferas explosivas, aumentando el riesgo de una combustión repentina.

Métodos de extinción del fuego clase B

1. Sofocación: Eliminación del oxígeno

Eliminar el oxígeno del triángulo del fuego es una estrategia clave para extinguir incendios de clase B. Algunas técnicas incluyen:

  • Espumas antiincendios: Cubren el líquido inflamable con una capa de espuma que impide la liberación de vapores y el contacto con el oxígeno.
  • CO₂ (Dióxido de carbono): Gas que desplaza el oxígeno y enfría el combustible sin dejar residuos.

2. Enfriamiento del combustible

Reducir la temperatura del combustible puede evitar que alcance su punto de inflamación. Para ello, se pueden utilizar:

  • Agentes refrigerantes en espuma.
  • Sistemas de agua pulverizada (aunque no es efectiva en líquidos no miscibles con agua).

3. Interrupción de la reacción química

Algunos agentes extintores rompen la cadena de reacciones químicas que mantienen el fuego. Entre ellos destacan:

  • Polvos químicos secos (ABC y BC): Absorben calor e interfieren en la reacción de combustión.
  • Gases inertes (como el FM-200 o Novec 1230): Se emplean en espacios cerrados para extinguir incendios sin dañar equipos electrónicos.

4. Separación del combustible

Reducir la cantidad de combustible disponible limita la propagación del fuego. Esto se logra mediante:

  • Cortes de suministro en sistemas industriales.
  • Uso de barreras de contención en derrames de líquidos inflamables.

5. Prevención de reignición

Es crucial evitar que los vapores inflamables vuelvan a encenderse tras la extinción. Para ello se recomienda:

  • Ventilación controlada para disipar vapores.
  • Uso de espumas formadoras de película acuosa (AFFF) para evitar que los vapores entren en contacto con fuentes de ignición.

Conclusión

El fuego de clase B plantea retos específicos debido a la naturaleza de los combustibles involucrados y su rápida propagación. Comprender sus características y aplicar las estrategias adecuadas de extinción es fundamental para minimizar los riesgos en entornos industriales, comerciales y domésticos.

La utilización de agentes como espumas, CO₂ y polvos químicos secos, combinada con medidas de prevención como el control de ventilación y la contención de derrames, resulta clave para una extinción eficaz y segura. Adoptar un enfoque proactivo en la prevención de incendios clase B puede marcar la diferencia en la seguridad de personas e infraestructuras.